martes, 1 de febrero de 2011

A veces en la vida hay que saber luchar, no sólo sin miedo, sino también sin esperanza.


    ¿Qué sí a mí no me dolió? ¡Pues claro que me dolió! Pero la diferencia fue que a tú mí me heriste el corazón, y que yo a tí ni te toqué, te hundiste tú sólo gracias a tu maravilloso orgullo. Por eso no puedes entender ni la mínima parte de lo que piensé. Tú sentiste una cosa que yo en mi vida sentiré, porque a diferencia de tí, yo no tengo orgullo. Lo perdí todo mientras estaba a tu lado.
    Pero que tampoco me arrepiento, ¿sabes? Pasó y pasó, y si lo hice fue porque te quería. Nunca serás capaz de entenderme porque nunca serás capaz de sentir algo tan sumamente fuerte por nadie. Alguien orgulloso no deja espacio al amor. No deja que ninguna persona se convierta en lo más improtante de su vida, porque lo más importante siempre será él.

No es necesario que le perdones hoy, pero perdónale. (Recuérdame)

1 comentario: