lunes, 28 de marzo de 2011

Exquisito equilibrio entre lo absurdo y lo lamentable.

     Senado, órgano constitucional que representa al pueblo español, español. ¿Será posible que haya miembros de este órgano que no sepan hablar la lengua castellana? La respuesta es muy simple, no.
     El Senado de España quiso ser la cámara plurilingüe y se ha convertido en la cámara de los pinganillos, gastándose 12.000 euros en cada reunión entre auriculares y traductores. Todavía no nos es posible entender el por qué de la actitud de estos individuos, tratando de demostrar que no conocen la lengua oficial de su país, y siendo capaces de practicarla sin ningún tipo de problema, y sin pinganillo, cuando están tomándose un vermut junto a sus compañeros. Esta burla al idioma español llega a tales extremos que muchos de los integrantes de la cámara presumen de “bilingüismo” cuando ni si quiera tienen los conocimientos suficientes como para dar un discurso sin tropezarse e incluso contradecirse, claro ejemplo encontramos al hablar del famoso político Iñaki Anasagasti, perteneciente al Partido Nacionalista Vasco, que escupe palabras parecidas a las componentes del diccionario euskera alardeando del manejo de ambos idiomas, y consiguiendo el título al más tonto, precisamente en dichos idiomas.
     Para colmo, si les dices que su comportamiento es una bobada se lo toman como un insulto hacia su lengua autóctona y un ataque a su nación. Parece ser que olvidan que España no es un país multilingüe como Bélgica o Suiza, ambas poseedoras de tres idiomas, sino que la lengua castellana es la lengua oficial del país, siendo todo lo demás dialectos, variedades del castellano. Quién esté interesado puede aprenderlas, pero ninguna persona puede obligar a otra a hablarla. Parece muy injusto que no puedas salir a comprar el pan en plena Barcelona, segunda ciudad más importante de España, sin que te cobren en catalán. Y es muy lamentable que esto mismo pase en Galicia, en el País Vasco, etc. Las personas deberían diferenciar entre el idioma oficial, y la lengua autóctona.
     Al igual que Ignacio Camacho, opino que hoy en día ni se sabe por qué funciona La Cámara del Senado. Los senadores parecen niños de tres años jugando, sus fronteras, sus idiomas, sus banderas, sus pequeñas patrias y sus grandes estupideces, al fin y al cabo. No predican con el ejemplo, o eso demuestran. En vez de estar insistiendo día tras día sobre la importancia de la crisis y el ahorro, deberían tomar cartas en el asunto en ellos mismos, que lo único que hacen es despilfarrar el dinero en objetos innecesarios y malgastar su tiempo en largas reuniones en dónde, o no dicen nada claro, o nunca llegan a un acuerdo.

"El poder político es simplemente el poder organizado de una clase para oprimir a otra." (Karl Marx)

2 comentarios:

  1. Somos muy lamentables en ese aspecto. Lo del Senado es todo un paripé que no hace falta ni entrar a valorar. En Suiza tienen tres idiomas oficiales y unos cuantos cantones, pero la bandera Suiza ondea por todas partes. Saben que la unión no significa perder nada, sino en todo caso ganar. La gente es culta y educada. Y además, sabe inglés, y lo usa amablemente con los extranjeros que no conocen los idiomas oficiales. En Alemania, tres cuartos de lo mismo.

    Pero claro, así les va a unos y a otros :)

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  2. y así nos va a los que no tenemos culpa ninguna de sus erraduras...

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