domingo, 18 de diciembre de 2011

De pronto sentí como toda esa libertad me estremecía...y recordé.

     Mi padre me enseñó que en el ajedrez un rey se vuelve débil sin su reina, como la Torre Eiffel y París, y yo no era nadie sin estar a su lado.


"Y un día me besaste. El tiempo pasaba, el tiempo volaba, y todo parecía tan fácil, tan sencillo, tan libre, tan nuevo y tan único..."

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